Situado en uno de los sectores de expansión de la ciudad que mayor crecimiento está generando, y delimitado en su zona Este por una vía de alto tráfico, el edificio se concibe como una gran pantalla que hace frente a dicha vía y al continuo tráfico rodado, a la vez que genera una nueva y necesaria fachada para el sector.
La fachada Este, la cual se convierte por entidad propia en el eje representativo del proyecto, se eleva conformada por dos materiales principales: la piedra y el aluminio en forma de composite. Éste último adquiere el mayor protagonismo a través de un juego de colores que, unidos al brillo natural del material, genera diferentes lecturas de la fachada dependiendo de la incidencia del sol a lo largo del día.
En contraposición al carácter plano y contundente de la pantalla, la fachada oeste, en este caso orientada hacia los jardines de la urbanización privada, adquiere una condición tridimensional a través de la composición de las terrazas, las cuales permiten abrir las viviendas a través de grandes huecos.
Con una tipología dominante de 3 dormitorios, reservando los extremos para 4 dormitorios, se construyen 56 viviendas de las cuales 8 (las de planta baja) cuentan con patios privativos independizados del resto de la urbanización.
Dentro de la parcela se opta por una ordenación que permite el perfecto soleamiento de las viviendas, aprovechando tanto el sol de Levante como el de Poniente, y dejando disfrutar de las estupendas vistas a la Sierra de Córdoba que por su proximidad y calidad se convierten en un “pulmón” natural y visual.
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