El proyecto consiste en la reforma integral de una vivienda en posición de chaflán del Ensanche de Valencia.
La vivienda, de 88 m2, contaba con la típica distribución excesivamente compartimentada sobre la cual se habían ido superponiendo distintas capas de materiales e instalaciones a lo largo de los años.
Con el nuevo programa se simplifican los espacios y se aúnan usos antiguamente separados, consiguiendo así estancias más grandes, mejor iluminadas y que se adaptan al estilo de vida actual.
Vinculada a la fachada que recae a la calle, se crea una gran zona de día donde convive salón - comedor, cocina y despacho. El mobiliario de la cocina se socializa y se integra en el salón, llegando a convertirse en un pequeño despacho.
Existe un pilar en este espacio que nos sirve para crear límites. En torno a él surge una estantería a medida que nos ayuda a generar el vestíbulo de la vivienda y que nos limita la vista directa a la cocina. También surge una gran mesa cuadrada, compuesta por dos tableros de roble macizo que se pueden separar para cambiar de posición y proporción.
En cuanto a la materialidad, se prioriza el protagonismo del antiguo pavimento hidráulico, el cual es restaurado y reconstruido, recuperando su colorido y viveza. En las zonas donde no es posible recuperarlo se utiliza microcemento blanco, material actual, que dialoga armoniosamente con lo antiguo para mantener la percepción de unidad.
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