Una obra de arquitectura debe contener un pensamiento. Debe ofrecerlo. En este sentido nos acercamos a los orígenes de la arquitectura cuando una obra quiere inspirar, es decir, inducir a su usuario a sentir y a pensar a la vez. Y en este caso, ese pensamiento es el resultado del sentimiento deportivo.
El solar se sitúa en una zona deportiva incluida en un conjunto de edificaciones para equipamiento bastante singulares como el estadio municipal, piscina municipal cubierta, centro comercial, recinto ferial y plaza de toros, dejando que el pabellón cubierto se convierta en el protagonista principal para ordenar este vacío urbano, jerarquizando, por su situación y rotundidad volumétrica, esta zona de equipamientos como edificio público de referencia.
El pabellón desarrolla su programa de la forma más compacta, sencilla y ordenada posible persiguiendo la funcionalidad y racionalidad por encima de cualquier consideración estética o sentimiento vernáculo, así como su adecuación a los criterios de sostenibilidad, sistemas pasivos de ahorro energético y respeto al medio ambiente. Una pista triple polideportiva cobijada por una L funcional que contiene las gradas, accesos y escaleras junto con los vestuarios en la fachada principal y una crujía de servicios, formada por aseos, salas deportivas, cafetería, administración y almacenes en la zona norte.
Todas las fachadas son iguales pero distintas. Iguales en composición de huecos, proporciones y materiales, pero distintas en intenciones. El diseño exterior del pabellón responde, además de los criterios de funcionalidad, a un concepto de la estética lo más abstracto posible. Así se proyecta un gran contenedor en un material masivo como es el ladrillo visto, rematado por una corona iluminada traslúcida de color blanco. Hemos pretendido que una gran caja, forrada con sólo dos materiales en proporciones adecuadas (masividad frente a fragilidad, ladrillo visto claro frente a metacrilato blanco), sea contenedor tanto en su sentido literal del programa como en su sentido metafórico del sentimiento deportivo. Este gran prisma de forma pura y absolutamente abstracto únicamente se rompe en su lado norte por el volumen añadido de la crujía funcional y que cambia la escala hacia la zona de las pistas deportivas. Tres piezas horadadas en madera dentro del ladrillo son reclamo de los accesos al contenedor. Una gran linterna traslúcida de coronación llama la atención del peatón y le dan al edificio el carácter de edificio público que debe tener.
Tres materiales componen el interior y se enfrentan en L a través de las pistas: el azul de los laminados y el suelo junto con el hormigón de las gradas frente al ladrillo del exterior que se introduce dentro del recinto. Especial cuidado se ha tenido en el diseño de la estructura: una modulación de cerchas metálicas vistas cada 4,5m, con pilares de dimensión mínima imprimen un efecto metálico a toda la cubierta de chapa grecada, que parece flotar sobre la linterna de luz.
Nombre del proyecto: Pabellón Municipal de Deportes en Espartinas. Sevilla
Arquitecto: Fernando Suárez Corchete
Arquitecto técnico: Fernando Atienza Soriano - Juan José Mateos Salado
Promotor: Ayuntamiento de Espartinas
Constructor: GEA 21 S.A.
Fotografía: Fernando Alda
Situación: Avenida de Tablantes s/n 41807 Espartinas. Sevilla
Inicio de Obra: 22 dicicembre 2006
Final de Obra: 9 junio 2014
Presupuesto Ejecución Material Total: 2.031.734,55 euros
Coste/m2: 565,61 euros/m2
Superficie construida: 3.592,11 m2
Year 2014
Work started in 2006
Work finished in 2014
Main structure Steel
Client Ayuntamiento de Espartinas
Contractor GEA 21 S.A.
Cost 2.031.734,55 €
Status Completed works
Type Sports Centres / Sports Facilities
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