El proyecto se ubica en Cúllar Vega, un pequeño pueblo de la Vega de Granada. Se propone una parcela muy permeable que permite la creación de un nuevo nodo de reunión vinculando a la farmacia la farmacia . El proyecto se estructura mediante dos volúmenes diferenciados en altura y en materialidad.
El volumen de la vivienda se sostiene ingrávido sobre el de la farmacia, que se muestra de un modo absolutamente transparente y relacionado con el espacio urbano del municipio, donde los límites entre el interior y el exterior se desvanecen.
La materialidad juega un papel fundamental en el conjunto, creando un contraste entre paramentos blancos y la pureza del hormigón en bruto.
En el interior de la farmacia, la presencia del blanco y la continuidad del espacio cede el protagonismo de la intervención al producto farmacéutico donde el diseño y marketing se complementan.
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