Ubicada sobre un lote de arboleda, especialmente en las cercanías del Parque Pereyra, esta casa para vivir naturalmente, debía respetar lógicamente el entorno, así que se diseñó desde su emplazamiento sin eliminar ningún árbol.
Es de una concepción muy simple. Una parte privada, más compacta que contiene los dormitorios y baños. De la cual se abre una galería de madera, donde convergen las funciones más públicas en continua fluidez entre interior y exterior. Las carpinterías de lapacho pueden simbólicamente la estructura del techo continuando la modulación y luego desintegrándose imperceptiblemente.
Aquí no son muros los q abrazan el espacio, sino la naturaleza en plenitud.
Esta situación deviene en una plataforma de hormigón apoyada sobre perfiles metálicos, que se aísla del suelo y resalta el respeto por el paisaje, originando un mirador espontáneo. La losa y el techo se agujerean para el paso limpio de los árboles. Y genera dos espacios de expansión específicos. Por un lado el sector parrilla, y por el otro, siempre en conexión con el interior, la terraza-solarium y pileta.
Un muro función de OSB, divide el paso privado del público. Conteniendo el closet de acceso-toil, la cocina y el lavadero.
El sector murario se realizó con el sistema constructivo Steel Frame con una excelente aislación, tiene carpinterías de madera reutilizadas y pisos de pinotea restaurados.
Arq. Guadalupe Larrain
Año 2014
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