Ubicado en el bohemio Barrio Güemes de la ciudad de Córdoba, Capitán Central Cervecera (CCC) re-conceptualiza una antígua estación de policía y la convierte en un monumental bar que entrelaza cemento, hierro y vidrio sobre una superficie de más de 500m2. El proyecto fue dirigido por Guillermo Cacciavillani, cofundador y actual director creativo de Bar Makers, y es la obra más desafiante y reciente de esta empresa dedicada al desarrollo de espacios gastronómicos. Transformar el barrio, volverlo un lugar atrapante, una historia viva, ese el espíritu que está revitalizando una zona que durante muchos años ocupó el margen en la escena urbana de la ciudad.
Este bar se construye en el marco de una galería comercial a cielo abierto llamada Barrio. Tras obtener la concesión de los espacios gastronómicos dentro de este paseo, Bar makers diseñó un formato moderno basado en la impronta original del espacio donde se iba a construir. Una idea que abrió el juego: Birras que unen a la gente porque son auténticas. CCC se pensó conceptualmente como un lugar donde invitar a los amantes de la cerveza y a los productores apasionados por sus recetas, motivando al público a elegir la calidad y una estética limpia.
Morfológicamente el bar revela una impronta industrial acentuada a través de iconos en su diseño. Una fachada despojada, un imponente portal de hormigón armado de 5 metros con un arco angular, extendido en su parte superior por una chimenea oxidada de más de 7 metros de altura. Una leyenda en neón incrustada en el cemento al ingreso que narra: “la obsesión por crear algo hermoso”, una frase sintética y contundente. El color gris del hormigón hace de fondo para el inmenso circuito de tuberías rojas al descubierto que recorren las paredes y techo del lugar simulando ser un sistema hídrico de seguridad. Esta red de cañerías además de cumplir su función ornamental, como soporte de luminarias, también distribuyen las líneas de cerveza a las distintas barras. El lugar expone una doble altura imponente que refuerza la monumentalidad del ingreso y se complementa con cuatro magníficas arañas en la misma tubería.
Capitán propone dos plantas unidas entre sí a través de una escalera roja concéntrica recubierta por una cinta metálica que genera la impresión de ser una inmensa pieza flotante. Grandes balcones de metal generan continuidad de los ambientes con la escalera y permiten la conexión visual entre ambas plantas. Amplias superficies de cemento alisado abren los espacios en forma de patios, uno de ellos en planta baja y otro en terraza, este último ofrece una hermosa vista periférica de todo el barrio.
El bar refuerza el concepto a través de sus detalles. Sus tres mamparas metálicas facetadas tridimensionalmente en forma poligonal, de cinco metros de alto y dos metros y medio de ancho, refuerzan la escala del lugar. El mobiliario es innovador y continúa la línea del exterior combinando piezas de hierro, madera y tapizados rojos. Las barras son grandes figuras geometricas de hormigón premoldeado. La señalética oscila entre grandes letras de cemento e iconografía de mensajes simples y concretos. Una imagen impactante se logra en el patio principal, donde una grúa original de construcción ya herrumbrada cumple la función de cabina para los deejays invitados. Por último, es notoria la calidez y oxigenación proporcionada por la vegetación arbustiva y robusta que ocupa los canteros del lugar.
Una bar que explora estilos modernos entre la arquitectura y los sabores de sus cervezas sin dejar de conmoverse con el diseño simple y las formas clásicas. Creemos en la capacidad del hombre para transformar lo que nos da la naturaleza y convertirlo en algo extraordinario. Así se crea Capitán.
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