Marbella y su costa se extienden a los pies de un nuevo conjunto residencial que aprovecha su posición estratégica sobre una colina para abrirse al paisaje como un
. Situado en la parte más alta de la consolidada urbanización
, el proyecto se organiza en siete volúmenes, de los que seis adoptan un esquema en abanico que permite proporcionar generosas vistas a cada una de sus cuarenta y nueve viviendas.
El séptimo bloque es en cambio un bloque de planta circular que ocupa la parte más baja de la parcela y remata la promoción con los tres apartamentos más privilegiados, desde los cuales se puede disfrutar de un panorama continuo de 360 grados. Pero como ellos, todas las unidades parten de la misma idea de una carcasa hermética que se cierra al norte para desplegarse hacia el sol y el mar; una estrategia que también define el espacio interior al brindar protección y privacidad al tiempo que apertura al entorno.
Rehuyendo la expresión anodina, el esqueleto regular de los distintos edificios encuentra su equilibrio en un vuelo continuo que los envuelve, caracterizado por un trazado ondulado que va creando terrazas donde se produce la transición entre ambos mundos, de las formas geométricas a la sinuosidad.
De este modo, cada curva persigue la armonía entre el hábitat humano y el entorno, en un sutil diálogo a través del cual la arquitectura se funde con la naturaleza sin un límite claro, transformándose en una idea orgánica, fluida.
El estudio de arquitectura
es el encargado del proyecto, cuyas señas de identidad son el juego de volúmenes y un especial interés por la eficiencia energética y la sostenibilidad en cada uno de sus proyectos. Entre sus obras a destacar, se pueden mencionar:
furnished by FENDI,
en coautoría con Carlos Lamela (Estudio Lamela),
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y
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