Conservar el carácter original de la vivienda adecuando esta a una forma de vida más actual era el principal objetivo que nos marcamos con esta intervención.
La vivienda se sitúa en la última planta de un edificio histórico de la zona del ensanche de Valencia, más concretamente en el barrio de Ruzafa.
Pequeños cambios en la distribución, muy limitados por la idea de partida de mantener en su totalidad el suelo original de la vivienda y los techos con molduras, nos ayudan a transformar los espacios existentes.
Estos pequeños cambios nos sirven para generar una gran zona de día donde la cocina se integra en el salón comedor.
El resto de espacios, los tres dormitorios, los dos baños y la terraza se mantienen de la distribución original.
Los tres elementos originales de la vivienda que se conservan, el colorido suelo de mosaico, las molduras y las puertas son los grandes protagonistas de la intervención como se puede observar en las imágenes del resultado final.
Un nuevo material convive con estos tres elementos originales, la madera.
Este material natural aporta calidez y da uniformidad a toda la intervención.
La madera de roble natural da forma a la cocina, al suelo y vestidor del dormitorio principal y a los elementos de transición entre los dormitorios y la terraza.
Estos elementos de transición se diseñan como pequeños espacios donde desarrollar actividades cotidianas como leer, descansar, e incluso trabajar desde casa, integrando en uno de ellos un pequeño escritorio.
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