El segundo proyecto de la

—que explora estrategias de diseño en torno a la idea de la arquitectura-mueble— rehabilita una vivienda de bloque abierto de la década de 1950, situado en el madrileño barrio de Retiro.

El proyecto unifica las numerosas compartimentaciones de las zonas comunes existentes, recuperando la terraza-balcón y el muro curvo de la escalera que se reviste con grandes piezas cerámicas curvas fabricadas artesanalmente. Una vez despojado el inmueble de tabiques, la estructura y los tubos de calefacción quedan a la vista. El mobiliario realizado a medida y artesanalmente configura las domesticidades. El amplio ámbito colectivo de la vivienda permite realizar distintas actividades a través de dos arquitecturas-mueble que abrazan los pilares de hormigón, sirviendo de punto de partida desde el que crece toda la intervención.

El primer mueble-pilar de 4 metros de longitud articula el espacio de entrada a la vivienda a través de un giro. Este mueble con tres cajones es una mesa, una alacena y una pequeña biblioteca. Frente a él, un segundo mueble-pilar sirve de filtro entre el salón y el comedor, albergando un minibar y una televisión oculta. En el desarrollo de esta pieza, Emilio, un carpintero local, investiga la técnica aplicada en las puertas de persiana que solía utilizar su abuelo para fabricar los antiguos

de la década de 1920. Ahora esta técnica se aplica aquí en vertical en vez de horizontal.