El encargo del cliente consistía en un cenador exterior cubierto para
una residencia de verano en Denia, en un área de la parcela sin construir. Tras analizar los posibles usos de este espacio, decidimos maximizar el encargo,
adaptando el cenador de verano para que fuera útil como comedor de invierno.
Esto se consiguió mediante el empleo de unas lamas abatbles que dejan pasar los rayos de sol en invierno y los ocultan en verano, pero permitiendo la ventilación natural a través de su apertura.
La composición de esta arquitectura está pensada desde la orientación, negando el molesto sol del oeste en verano mediante un trabajado muro de mampostería, que además oculta visuales hacia las edificaciones colindantes.
Por contra, las visuales del cenador vuelcan hacia el Montgó al sur y la piscina existente al norte, que también fue reformada. Este eje norte-sur es además la dirección dominante de los vientos, permitiendo mediante el empleo de las lamas móviles que siempre haya brisa dentro del cenador.
Por último, el espacio del cenador se acota hacia el este mediante
una singular estructura de acero, creando un filtro de paso desde la vivienda existente al interior del cenador. Esta estructura, de perfiles esbeltos pintados de negro, se recorta en la vista principal –desde la vivienda- sobre el muro de mampostería, creando un juego estético entre un fondo muy texturizado que destaca el trabajo manual del hombre en la construcción y una figura pulida y perfectamente geométrica que ensalza la industrialización del proceso constructivo.
Fotografía y Vídeo: Germán Cabo
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