Esta reforma integral ha transformado una vivienda convencional en un espacio escenográfico abierto, acogedor y audaz donde las texturas de la madera y el blanco de las paredes se combinan con elementos ornamentales muy sutiles.
La entrada es el punto de partida de esta experiencia. Se cubrió toda la pared derecha del recibidor con un gran espejo a doble altura. Las paredes restantes de la entrada se revistieron con un papel estampado en color blanco nacarado. En el espejo se le aplicó el dibujo ampliado del papel decorativo en vinilo blanco. En el techo se colgó una gran lámpara en color blanco.
Al entrar al salón destaca la mesa de madera diseñada a medida en madera de roble. La parte superior de la mesa se realizó en lamas de madera de roble como las puertas de entrada al salón. La chimenea ya existente se revistió con una piedra en tonos cálidos y las paredes con papel de seda natural.
En la parte superior de la vivienda se encuentran los dormitorios. Al entrar en la suite resalta un cubo revestido de lamas de parqué teñidas de color oscuro, donde en su interior se ubica el baño. En la pared del cabezal de la cama se revistió con una gran foto en blanco y negro.
El baño se planteó abierto para crear una sensación de continuidad, siguiendo la línea del cubo de madera. La parte de la ducha y del aseo se cierra con una mampara de cristal de color naranja.
El cliente contrató nuestro servicio "llaves en mano". Nos encargamos de la realización del proyecto integral de interiorismo y su posterior ejecución de obra.
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