El encargo consistía en el proyecto de reforma de un local de 70 m2 donde incorporar un Frankfurt.
La planta tenía una gran dificultad , pues el cliente deseaba la máxima ocupación en un local de dimensiones reducidas para poder incorporar , cocina , almacén , wc , vestuarios etc …….y la máxima capacidad de público.
Partimos de la premisa y del concepto de simplificar al máximo las líneas de proyecto, y básicamente relacionar conceptos con, mostazas, Frankfurt y vegetales, intentamos trasportar los elementos a la realidad conceptual y de color.
En el proyecto, partiendo de estos inicios, queríamos elevar a la máxima calidad el espacio , y proyectar una atemporalidad contemporánea, y extrapolable a diferentes locales para un posible modelo de expansión.
Nos interesaba la idea del clásico Frankfurt ,pero con la revisión de materiales y formas actuales, buscando lo clásico actual , los propietarios tenían ya un local mítico, pero de hace 50 años , en otro emplazamiento , y querían abrir uno en el centro de Lérida.
A partir de tres materiales como el mármol carrara, el latón brillo y los lacados , intentamos trasportar los conceptos a forma y arquitectura para tener una base sólida donde simplificar el espacio y darle la polivalencia y rapidez en la utilización del espacio, así pues la doble barra nos permitía una agilidad en el servicio y dar movilidad a los diferentes grupos de usuarios. La repetición de materiales en los baños nos unifica la lectura del proyecto.
En fachada utilizamos en hierro negro con una pintura al horno color mostaza para empezar a entender el espacio exterior y dar continuidad al interior , y así crear las máximas trasparencias para abrir el proyecto a la plaza.
Resumiendo, quisimos crear un espacio contemporáneo, atemporal, simple con lecturas y reminiscencias clásicas.
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