Siguiendo los estándares Passivhaus para conseguir la máxima eficiencia energética, esta vivienda se encuadra en la certificación de edificio de consumo de energía casi nulo (nZEB), reduciendo su impacto medioambiental. La casa presenta una estructura de madera, completamente industrializada, y una fachada de corcho. El paralelepípedo rectangular de 40 metros de largo y 6 metros de ancho se abre con amplios huecos cuadrados en los frentes principales, mientras que los menores son ciegos. Con 250 metros cuadrados de superficie, este contenedor prismático acoge un programa de vivienda con un esquema sencillo en el que el perímetro queda liberado de cualquier tabique o elemento inmóvil. Un pequeño pabellón, que alberga un estudio, corona el conjunto.
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